viernes, 22 de agosto de 2025

HAY VERDADES QUE MI HIJO NUNCA ESCUCHARÁ DE MI BOCA UN POEMA DE ALKAID MARINO

 





Hay verdades que mi hijo nunca escuchará de mi boca



Mi hijo, al igual que yo,

se quiebra la cabeza

al intentar comprender

la naturaleza dividida

de las cosas:


¿Por qué somo seres

fragmentados?


¿Por qué necesitamos dividirlo

todo?


¿Cómo puedo explicarle

que alguna vez

él se quebrará

ante algo que fue concebido

para ser distancia?


¿Cómo puedo explicarle

que aún escucho la voz

de mi padre

alejándose del corazón

de mi madre?


Trazo una línea

para formar la primera fracción

en su cuaderno:


la tarea no consiste

en entender

en cuántas partes está dividida

la figura;


la tarea consiste

en evitar

que se divida el corazón

de mi hijo.




Alkaid Marino

A las fracciones papá les llamaba quebrados, algo tenía que romperse


Ediciones Liliputienses


jueves, 21 de agosto de 2025

VÍSPERA Y LAUDE DE MINERVA MARGARITA VILLARREAL EN LAS MANERAS DEL AGUA

 





VÍSPERA



Las noticias llegaron a Ávila la noche del 23 de marzo

justo el día que llegamos

Apenas nos descalzamos

apenas me cobijaba en el sofá del hotel

después de largas horas de vuelo

después de la nieve

que cubrió con el blanco festín

de sus alas

animales y arbustos en la carretera

y tristemente aceptamos sus designios:

Había muerto de infarto

pero pudo haber muerto de asfixia

pudo haber muerto ahogada

o de un golpe en la sien

dadas las altas dosis de alcohol

que la perdían

encerrada en su celda

o la dormían

anestesiando su impotencia

la rabia el coraje

Jamás encontraron la cabeza

(La escena del amigo del padre

manoseándola niña

durante el viaje de regreso)

Cuando muere una hermana tan lejos

de la nieve de Ávila

(La escena del amigo del padre…)

(La cabeza del padre…)

Cuando muere tan lejos

todo el frío de la noche

penetra

cada poro

y hiela tu duelo

Cuando mueren sus alas

y no la vez

su voz se sigue escuchando

sigue alumbrando los años que te había cerrado la vida



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LAUDE



Sueño que cada cosa

crea

lo que parece vivo

fertiliza

lo que parece estático

espera

nunca nada está

muerto:

El trazo luminoso de tu vacío

estremeciendo el aire

Las rosas con que pueblas el cielo

y al puente no se le ve

Ese tránsito de las constelaciones

que al tiempo enmudece

se hacen uno

para bordar un arriate a tus pies

y que extienda sus alas tu perfume

que corone la huerta tu voz

y la prodigue al mundo

como el rocío

como las gotas del licor de la Vida

que al amanecer

esparces

sin que nadie te vea




Minerva Margarita Villarreal

Las maneras del agua


Siglo XXI

FCE




miércoles, 20 de agosto de 2025

UN POEMA DE EMILIO J. LAFFARRANDERIE EN UN INTERVALO UN TÉRMINO

 





un organismo en la variante migración


las estaciones las pobrezas cromáticas

la poca soberanía de las palabras


la autoridad respecto a lo inerte

en un escenario por suceder


un ritmo coaccionado por su réplica

se inhibe de forma ejemplar


nichos y cuerdas exhaustas


hoyos lisos en cada sitio pendiente




Emilio J. Lafferranderie

Un intervalo Un término


Ediciones Liliputienses


martes, 19 de agosto de 2025

TRES POEMAS DE LUCERNARIO DE JULIA BELLIDO

 






V



Del recuerdo de algunas luces queda

solo la oscuridad que nos dejaron,

el hueco negrísimo

de una ventana ciega.


Y también nos quedan

los fugaces indicios,

los breves apagones

que ya nos advirtieron al principio

que esa luz

no nos alumbraría para siempre.



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VII



Tan solo puedes ver la telaraña

cuando llueve

y el agua

se cuelga de sus hilos

y la luz la atraviesa.


El resto del tiempo

permanece invisible.


Es es Luz

la que yo busco.



―――――――――――




XXV



Sobre tu falda negra

un paño blanco

como un cuenco de luz que cintilara.


Un puñado de habas

cayendo en ese hueco,

brotes tiernos de vida en tu regazo,

un huerto generoso,

un enjambre, abuela,


donde una vez estuve.




Julia Bellido

Lucernario


Garvm


lunes, 18 de agosto de 2025

LOS BÚFALOS LOS CUERVOS LAS TERMITAS TRES POEMAS DE JESÚS AGUADO EN LOS 108 NOMBRES DE DIOS

 






LOS BÚFALOS



Saber lo que es la vida no es distinto

que contemplar a un búfalo zambullirse en el agua.

Esa tensa fruición con que husmean el aire

cuando se sienten cerca del río se parece

a la furia gozosa de los dioses cuando crean un cuerpo,

otro mundo finito al que entregarse.

(Los dioses sueñan con búfalos, con tener sus fronteras

de piel firme y lustrosa, sus ojos delatores de una muerte

serena, su pasión por la lluvia y los lagos. Ellos quieren saber

lo que es el tiempo que se acaba desde uno de sus seres

perfectos.)

He mirado

muchas tardes la larga procesión de los búfalos

dirigirse a mis ojos para bañarse en ellos:

les llamaban mis lágrimas, lo más vivo de mí.



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LOS CUERVOS



Su crascitar continuo y monocorde

cruzaba por los días y los hechos inalterable. Como

los santones que rezan todo el tiempo una misma palabra

o frase y al hacerlo pretenden vaciarse para que entre dios en ellos,

así los cuervos graznan: para hacer el vacío

en nosotros. Por eso

estaba mi atención puesta en sus gritos:

era un modo perfecto de meditar, de ser.

Ellos le daban voz a mi esperanza

de hallar alguna vez el sonido del mundo y entregarme,

como si fuera un cuervo, a repetirlo

por postes y ventanas, a lomo de las vacas y los búfalos,

suspendido del hilo de la lluvia,

desde mi misma muerte, ese alféizar tan frágil.



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LAS TERMITAS



En pocos días devoraban

los libros. Si salías de viaje o te evadías

hacia dentro de ti o hacia los brazos

de una mujer, al regresar las termes,

tal reguero de fuego,

te habían liberado de las páginas en las que tú buscabas

lo que solo la vida puede darte.

Su labor es hermosa porque consiste en devolverle al hombre

su vacío, en dejarle desnudo, sin palabras,

callado frente al río, al cuerpo, la tormenta.

Además, las hormigas, que habitan lo profundo,

hacen al hombre cuya casa señalan

un ser privilegiado, alguien que puede sostener un peso

siete veces mayor que el de sus ojos.




Jesús Aguado

Los 108 nombres de dios


Libros de la Hospitalidad

Olé libros


jueves, 14 de agosto de 2025

NOCHE OSCURA UN POEMA DE SILLAS VACÍAS DE LIU XIA






noche oscura



esos ojos volverán esta noche

esos fantasmas volverán esta noche

en forma de lápida sepulcral


aquel momento se ha fijado en mi corazón

aunque la memoria esté llena de hierba seca


un cementerio completamente vacío

no hay girasoles que se inclinen

ni la loca despedida de Van Gogh

esqueletos que penan

glaciares en lo profundo de la tierra


todos los fantasmas todos los ojos

se reúnen a la luz de esta vela

en conversación silenciosa conmigo

un lirio blanco

empezó a secarse sin que casi se notara


la vida y la muerte no se pueden comparar

lo real y lo ficticio

son como la palma y el dorso de la mano

esta noche que nunca termina

de un árbol que imaginas como una lágrima

cuelgan manos desesperadas


en tu noche oscura

a mis palabras les cuesta tomar forma

no podemos regresar

regresar a aquel tiempo

solo el viento

vaga por los cinco kilómetros de la larga calle


a la mujer que atraviesa esta noche oscura

ni los lirios blancos quieren detenerla

ella lleva un cuaderno lleno de poemas

es su único equipaje

sigue los pasos de los fantasmas


páginas blancas de papel

revolotean en la noche fuera del alcance de la vista


3-4 / 6 / 1997




Liu Xia

Sillas vacías


Traducción y epílogo de Miguel Casado


Libros de la resistencia


 

miércoles, 13 de agosto de 2025

CUATRO POEMAS DE «el hidroavión de K.» DE PEDRO CASARIEGO CÓRDOBA





Marie

joven aromática

cuyas uñas son

alas de mariposa

cuyos ojos son

metálicos ciervos volantes

boga

se acerca a Kierkegaard.

El humilde empleado

soñante.                                               [C.3]

Sus temblorosas

fosas nasales

como pequeñas sepulturas

removidas

profanadas por una nueva sensación.





Nadando

Marie

primera secretaria

de la Lurie Co.

se aproxima a Kierkegaard

un collar de rojas cuentas

hace de salvavidas.

Ahora

procede a la entrega

de los tres informes                                                      [C.4]

informes que se adhieren

a las manos del empleado

como anillos baratos

que ansían un dedo.





En la estación de Freemont

Contreras toma un café

y también una decisión.

Entre los financieros

de Power Street

que discretamente maquillados

manosean a sus amantes bolivianas

Contreras se siente

jugador y tornadizo                                                      [C.5]

volatinero y funámbulo.

Y la estación de Freemont

como una cápsula rosada

de benéficos efectos.





Marie resucita

cada día

cada mañana

resucita ocupando

una millonésima parte

del espacio aniquilado

por la Residencia Lishman

para Mujeres Universitarias.

Antes de las siete

los zapatos de Marie                                                     [C.6]

rozan la calle Doe

tras haber caminado sobre el sueño

de la señorita Lishman.




Pedro Casariego Córdoba

«el hidroavión de K.»


Ediciones Tansonville